lunes, 17 de septiembre de 2012

viernes, 20 de abril de 2012

The Sound of Music

Many of us have seen "The Sound of Music", either the play or the movie http://en.wikipedia.org/wiki/The_Sound_of_Music , and many of us have got recorded deep in our subconcious one of its most important songs entitled "My Favorite Things", if not, just listen and remember http://www.youtube.com/watch?v=i_KfL71yf2Y .

Well, today, while reading one of my brother's papers regarding philosophy and comparative law (indeed it is as complex and deep as it sounds, but you know, geniuses do that kind of strange things, so he HAD to be kinda "unique" <a.k.a. crazy>, and has been like that since I met him LOL), an epiphany came to me, and suddenly I found myself all alone at the office singing:

"Girls in bikinis and non-vodka martinis,
 a pint of Guinness or a well-aged malt whisky
dragons that fly with the moon in their wings,
these are a few of my favorite things.
When the dog bites, when the bee stings, when im feeling sad,
I simply remember my favorite things and then I don’t feel so bad"

If you don't think it matches the song just play it while reading out loud my paragraph, LOL.

Sorry, just thought I had to blog this for posterity, if anything, my brother is to blame for my lapsus (yup, the declination in plural is lapsus, not lapsae by the way).

-The Megalomaniac Prince-

miércoles, 29 de febrero de 2012

Del tonto que dijo “No me vuelvo a enamorar” y como la naturaleza le dio una patada en el trasero


Del tonto que dijo “No me vuelvo a enamorar” y como la naturaleza le dio una patada en el trasero

Hace poco veía en TED (mi pseudo-científico interior no me deja en paz) una conferencia de la antropóloga Helen Fisher acerca de ¿qué es el amor? Ahora bien, no crean que esto es una conferencia de Miguel Ángel Cornejo diciendo que todos somos especiales y que “qué bonito es el mundo”, no, esta es una señora con una carrera y con años de experiencia, entonces su opinión no será del tipo “es bonito” o “no es bonito” sino del tipo de “si no nos hemos asesinado entre nosotros es porque hay algo en nuestro cerebro que funciona de tal o cual manera”.

El mismo día que vi dicha conferencia, vi otra respecto a “behavioural finance” o lo que se podría traducir como “finanzas conductuales” a cargo del economista Shlomo Benartzi  y una más acerca de los lazos fraternales a cargo de Jeffrey Kluger, editor de la revista TIME, además de ser bastante interesantes también estas conferencias, me hicieron pensar en la unión de dichas conferencias y en cómo ahora las cosas me quedan un poco más claras de cómo funciona el amor en el mundo, o al menos por qué en mi caso la vida (en ese rubro) ha sido de tal o cual manera.

Resulta ser que genéticamente venimos pre-programados para cumplir un rol en cada grupo, llámese familia nuclear, familia extendida o incluso sociedad. Así es que si bien se espera que el hijo mayor sea el responsable y el que saque “el apellido” (y en realidad la carga genética) adelante, se espera que el menor de los hijos (en cuyo caso me encuentro) sea el desobligado, el problemático, pero también el más sensible (lo último puede debatirse). La razón de ello es que por una razón natural, el primogénito obtuvo mucha más atención y mucho mejor desarrollo (por factores tales como la edad de los padres al nacimiento de éste, una alimentación y cuidado absoluto durante el periodo en el que fue hijo único, y mayor atención por parte de la familia y la sociedad por el simple hecho de llevar por adelantado más tiempo existiendo y conviviendo). 

Es así que el hijo menor ha tenido las desventajas inversas antes mencionadas, precisamente ESA es la razón por la cual el hijo menor vendrá “pre-progamado” para ser el más sensible, el que más se enfoque en cuestiones emocionales. Primero porque tendrá que competir por la estima de los grupos que actualmente el mayor posee, y segundo porque al ser “de inferior consideración” deberá enfocarse más en cuestiones emocionales con el fin de que ello equivalga a los logros de otro tipo que se esperan del primogénito y que no se esperan ni se valorarán de la misma manera (sino de manera inferior) en el caso de que el hijo menor los adquiera.

Resulta entonces claro que los hijos menores siempre nos enfocaremos más en la parte sensible que en la realidad, venimos pre-programados para ello. Eso unido al sentimiento de pérdida de algo que nos pertenece exacerba dichas cualidades. Esto es, está comprobado que el otorgamiento de algo a alguien que no lo posee lo hará feliz, sin embargo, la pérdida de algo que ya se posee, no obstante sea dispensable o sea reemplazable en un futuro, provoca una reacción emocional adversa.  Benartzi lo ejemplificaba con simios (para que vean el nivel de animales que somos). Decía que si a un simio se le otorgaba una manzana, el simio era feliz, sin embargo, si al simio se le otorgaban 2 manzanas y se le retiraba inmediatamente una el simio (no obstante no podría comer la segunda manzana y además no hizo nada para adquirirla) se enfurecía y no era felíz no obstante tener una manzana en su poder (a diferencia de aquellos simios que teniendo solo una manzana en su poder quienes eran felices).

Así llegamos hasta el momento a 2 conclusiones:  a) los hijos no primogénitos venimos naturalmente pre-programados para enfocarnos en cuestiones más emocionales que el resto de las personas, y b) todo ser que es privado de algo, no obstante que esto sea algo que no le es propio reaccionará adversamente a dicha privación (no obstante posteriormente algo venga en su lugar o no le haya pertenecido desde un primer momento) ignorando el resto de las cuestiones que no le han sido privadas y que posee.

Con lo anterior en mente, “¡Que paaaase la antropóoooloooogaaaa!” …  resulta ser, que tras un estudio mediante imágenes obtenidas por un aparato de resonancia magnética, se ha descubierto que el amor, o al menos (suponiendo sin conceder) el enamoramiento activa justo los mismos receptores en el cerebro humano que la cocaína. Oh sorpresa! Así es, resulta que el amor es tan impactante como una dosis de cocaína, de ahí los efectos que producen en el ser humano, sin embargo, esa es la explicación fisiológica, la explicación evolutiva (por llamarla de alguna manera para hacer la distinción) es otra, completamente Darwineana.

Aclaro gente, este no es un discurso machista ni mucho menos, es ciencia en su núcleo, el aviso anterior es con el único fin de que si esto es leído por una mujer, no haya malos entendidos y se alegue que soy un retrógada, señoritas, YO NO HICE LAS REGLAS. 

Cuando la gente tiene relaciones sexuales casuales (me han informado, no he tenido la oportunidad de corroborarlo por mero morbo científico) el enterarse que su pareja sexual ha sostenido o sostiene relaciones sexuales con otros individuos es de poca importancia si no es que nula, es más, muchas veces ni siquiera existe una preocupación o duda al respecto, y ello se debe a que inconscientemente pensamos que probablemente dicha mujer no es compatible con nosotros, no ha llenado los requisitos buscados para procrear o ya ha sido fertilizada por alguien más.

En oposición a lo anterior, cuando ocurre lo que hemos llamado amor o enamoramiento, científicamente está comprobado (contrario a lo que las nuevas corrientes de sexualidad aleguen) que existe un celo respecto de la interacción sexual de la pareja con otros individuos, esto es, no queremos que nuestra pareja tenga relaciones sexuales con otro individuo. La causa de esto es simple, evolutivamente hablando, si hemos encontrado a la pareja más adecuada para nosotros y con la cual se planea transmitir la carga genética, no queremos intrusos en esa trascendencia de genes, por la simple razón excluyente de que si transmite la carga con alguien más, el producto no será nuestro y además no tendrá la unión de nuestro código genético. Así, estos celos surgen de una necesidad básica y animal de asegurar que es apareja sea solo nuestra (independientemente de cómo lo quieran disfrazar o lo que quiera aparentarse).

Así, el enamoramiento no es otra cosa sino el resultado de compatibilidad de genes o de lo que nuestros cuerpos interpretan como compatibilidad para transmitir la carga genética. Ahora bien, ¿cómo es que elegimos a esa persona? Algunos dirán que es por su gran corazón, porque tiene bonita letra o porque es muy atractiva. Todo esto no es más que una interpretación de los verdaderos elementos de elección que hay en nuestro subconsciente e historia genética.

Ejemplo más claro de lo anterior no encontraremos que el de los seres más cercanos a lo animal, aquellos “individuos” a los que denominamos “reggaetoneros” y de los cuales haré uso para ejemplificar el argumento anterior.

Un reggaetonero presume a sus mujeres (y si, lo dije en plural) por una razón muy simple, la misma por la cual el jefe del grupo de gorilas tiene muchas parejas sexuales, y esta es, demostrar su poderío o autoridad. A mayor número de parejas, mayor transmisión del ADN, y tanto nosotros como la naturaleza considera que a mayor transmisión del ADN mejor. Así es que al presumir el reggaetonero a sus mujeres, lo que quiere presumir es “¡tengo muchas ‘hevas’ porque mi ADN es mejor que el tuyo, y por tanto merece ser transmitido más en las nuevas generaciones!”. Por otra parte encontramos que los reggaetoneros buscan a sus ‘hevas’ (término que utilizan para denominar a sus parejas) con grandes pechos y caderas amplias, esto, una vez más, no se debe a que elijan a las mejores de acuerdo con el convencionalismo social demostrando su poderío, es decir, no las eligen porque “yo tengo lo que según tu es mejor, lo que tu quieres” sino porque muy dentro de ellos (o en ocasiones no tan profundamente) su simio interior les dice que a mayor amplitud de caderas y mayor volumen de pechos mejor.

¿No creen lo anterior? La causa es bastante simple, animalmente hablando, las mujeres con mayor amplitud de caderas representan una mejor opción para dar a luz, esto es, la progenie tendrá mayor posibilidad de venir a este mundo como vivos y viables y ser mejor que el resto entre más facilidades tenga la madre para dar a luz. Un paso más adelante, el mayor volumen en el pecho de las mujeres representa para el futuro padre, una mayor fuente de alimento para sus descendientes (o al menos así lo interpreta el padre). Así que señores, ‘ya tu sabeh’  la siguiente vez que vean a una mujer, piensen en si en realidad es eso lo que ustedes desean o lo que el simio dentro de ustedes desea.

¿Y qué pasa con los sentimientos? ¿Por qué me atraen los individuos con “buenos sentimientos”? por una razón muy simple, porque esos buenos sentimientos se traducen en posibles buenos padres o madres para nuestra progenie al ser protectores de la misma. Algo similar sucede con la respuesta a ¿por qué nos casamos y por qué buscamos seguir juntos una vez nacido el nuevo individuo? Simple, la respuesta es que 2 individuos protegerán mejor al nuevo individuo que uno solo de ellos, y la protección será aún mayor si se protege a aquel individuo al que se dio origen, y quien transmitirá nuestro ADN, que a su vez le fue transmitido a él, en lugar de a otro individuo. Eso y que en cada orgasmo hay una liberación de oxitocina que es una substancia asociada con el apego a una persona.

Si a todo lo anterior añadimos que en el amor y en el uso de la cocaína estimulan la misma parte del cerebro podemos entender por qué nos emociona el estar enamorados, por qué nos pone paranóicos y por qué podríamos matar por él, además de no querer que nos priven del mismo, son los mismos efectos que la cocaína, y al igual que con dicha droga, el usuario o sujeto involucrado siempre buscará su “siguiente dosis” a como de lugar.

Así es que he llegado a la conclusión de por qué si bien muchos hemos tropezado más de una vez y quedado “descorazonados”, nuestro organismo no nos dejará en paz y aquello de “no me vuelvo a enamorar” es falso en tanto que ESO no depende de nuestra voluntad racional y el organismo SIEMPRE querrá volver a enamorarse tanto para obtener esa sensación, como para transmitir nuestro ADN, no importando lo autodestructivo que esto pueda parecer. Por lo que la evolución y la genética una vez más nos dan una bofetada y se burlan de nosotros, quienes nos creemos tan alejados de los animales por ser “racionales”. En conclusión, resígnense grinches, ustedes no deciden si se enamoran o no. Y como dijo Helen Fisher “a world without love is a deadly place” y eso puede tomarse literalmente también…

---RVR---